Perú: ¿Existe Sostenibilidad Ambiental en su Agricultura?

Perú: ¿Existe Sostenibilidad Ambiental en su Agricultura?

Escribe Walter Medina Santillán / Máster en Agricultura y Desarrollo Sostenible por la Universidad de Greenwich (Reino Unido)

Perú es un país megadiverso, es decir, es parte del grupo de 17 países que albergan la mayor parte de la biodiversidad del planeta, incluyendo una gran variedad de especies endémicas que no se pueden hallar en ningún otro punto del globo. Debido a esa condición, Perú ha sido uno de los mayores centros de domesticación de cultivos del mundo y especies como la papa, la quínoa o la maca han visto su origen en este país.

Durante siglos, los antiguos habitantes del Perú consiguieron transformar especies silvestres poco productivas o tóxicas en alimentos de alto valor nutritivo y buena productividad. Muchos de esos alimentos son actualmente de uso cotidiano o experimentan  una fuerte expansión en el mercado global. Debido a este historial agrícola, Perú se ha consolidado a día de hoy como un importante país productor de alimentos, siendo la agricultura de exportación una significativa fuente de ingresos para el país.

Sin embargo, a diferencia de la agricultura practicada por los antiguos pobladores del país, la agricultura moderna, o mejor dicho la agroindustria, ya no es tan dependiente del medio ambiente, olvidando la importancia de la fertilidad de los suelos o los periodos de lluvias que alimentan las fuentes de agua para los sistemas de irrigación. Hoy en día la agricultura “convencional” se sustenta en riego tecnificado y uso extensivo de fertilizantes químicos, generalmente derivados del petróleo.

Tal ha sido el cambio que hoy en día se pueden ver grandes superficies de arándanos, especie originaria de los bosques templados del hemisferio norte, en el desierto de la costa peruana, uno de los desiertos más áridos del planeta. Lo mismo ocurre con los espárragos, cultivo del cual Perú se enorgullece de ser el uno de los principales productores a escala mundial así como el mayor exportador. En el caso de esta especie, tiene su origen en los sotobosques de la cuenca mediterránea. Entre los principales productos producidos en Perú se cuentan paltas, mangos, uvas, granadas, hortalizas, café y cacao. A excepción de los dos últimos, la mayoría de estos cultivos de exportación se encuentran en la costa peruana, y son alimentados por sistemas de riego tecnificado (por goteo), para maximizar la eficiencia hídrica. Es decir, el desarrollo de la agricultura en el Perú se fundamenta en el imperativo económico, atrayendo inversión de grandes capitales que buscan optimizar ganancia en corto plazo, pero dejando de lado los posibles impactos medioambientales que puedan ocurrir.

FALTA DE ENTENDIMIENTO DEL CONCEPTO “SOSTENIBILIDAD”

Este es un problema que no solo afecta a Perú, sino a la gran mayoría de países en el mundo, incluso aquellos considerados países desarrollados. De acuerdo a lo discutido por Constance (2010) el concepto de sostenibilidad es todavía discutido por diferentes sectores de la población, especialmente por la agroindustria, de manera que estos grupos explotan al máximo la ambigüedad de este término para enmarcar el concepto “agricultura sostenible” dentro de sus propios intereses. Un ejemplo a este problema es el cómo organismos modificados genéticamente podrán ser incluidos como parte del plan nacional estadounidense de agricultura sostenible.   

Primeramente, para entender bien por qué esta falta de definición de sostenibilidad es perjudicial para los intereses generales de la sociedad, hay que comprender lo que significa realmente agricultura sostenible. Según lo define la OECD (Organización para la cooperación económica y el desarrollo), “agricultura sostenible es aquel tipo de agricultura cuya producción es económicamente viable y no ocasiona impactos a largo plazo en el medio ambiente”, una definición que es totalmente opuesta al modelo actual de desarrollo agrario del Perú, pese a ser un término incluido en sus políticas.

De acuerdo a esa definición, el punto que hay que recalcar es el no ocasionar impactos medioambientales a largo plazo. Sin embargo, la agricultura moderna es una de los mayores contribuyentes en emisiones de gases de efecto invernadero, así como la principal causa de pérdidas de agua dulce de los ríos, impactos cuyas consecuencias serán más graves en el futuro (FAO 2009).  Asimismo, también se puede considerar a la expansión de la frontera agrícola una de las principales causas de destrucción de ecosistemas en el Perú.

Casos como la destrucción sistemática de la reserva de Chaparrí, tala indiscriminada de algarrobos en los bosques costeros o deforestación en la Amazonía para plantar palma aceitera son ejemplos de cómo el desarrollo de la actividad agrícola en Perú no tiene en consideración los efectos a largo plazo en el medio ambiente.    

OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA LA AGRICULTURA SOSTENIBLE EN EL PERÚ 

Perú es uno de los países con mayor riesgo de sequía debida al cambio climático, ya que los glaciares de los Andes peruanos (el mayor depósito de hielo de los trópicos del planeta) están retrocediendo a un ritmo acelerado. Este factor pone en jaque los diversos proyectos de irrigación que pretenden transformar el desierto en tierras de cultivo como serían Olmos o Chavimochic, independientemente de qué tan eficientes sean sus técnicas de riego.

Una de las propuestas que se ha estado barajando es realizar trasvases desde el Marañón y otros afluentes del Amazonas a la vertiente occidental de los Andes, una vez más haciendo muy poco hincapié en los posibles impactos medioambientales a largo plazo, tanto directos como indirectos, como sería la destrucción de varios ecosistemas o la reducción del caudal ecológico de la Amazonía.

Sin embargo, pese a los considerables impactos en el medio ambiente, todavía hay oportunidad de remediarlos y prevenirlos. Pues la agricultura en sí misma no es una actividad que pueda ni deba ser eliminada debido a su importancia para el desarrollo de la sociedad, por el contrario, debe ser promovida, aunque incorporando nuevos enfoques que integren el desarrollo de esta actividad en el manejo del patrimonio natural del país.

Con los medios tecnológicos con los que cuenta la sociedad moderna, es perfectamente posible el producir alimentos de manera respetuosa con el entorno y a la vez seguir siendo económicamente viables. Como ejemplo se puede observar a las antiguas civilizaciones que vivieron en estas tierras, las cuales integraron sus agroecosistemas como parte del paisaje donde ellos vivían, y el cómo entendieron la interdependencia entre agricultura y medio ambiente, siendo capaces de alimentar a grandes poblaciones sin destruir los ecosistemas ni secar los ríos.

En el contexto actual, hay diversos factores que pueden inclinar la balanza a una producción verdaderamente sostenible, como serían los beneficios de los diferentes tipos de certificación de sostenibilidad, estos modelos se implementan generalmente en bienes de alto valor como el café o el cacao, entre otras razones por el creciente interés del consumidor general por la conservación de los ecosistemas tropicales, permitiendo así compensar una menor producción con unos precios más elevados que el consumidor está dispuesto a pagar, de manera que el factor económico no sería un limitante tan grande como popularmente se cree  (Haggar et al. 2017).

Para finalizar, también sería adecuado considerar qué productos se están produciendo y bajo qué condiciones climáticas, pues mientras más se parezcan las condiciones del cultivo a las zonas de origen de la planta, menos recursos e insumos serán requeridos para tal producción. Eso no quiere decir que no se pueda producir los productos de mejor cotización en el mercado, pero sí da razones para considerar el nivel de inversión que todo productor debe afrontar.

CONSIDERACIONES FINALES

Pese a los impactos y los riesgos para la producción agrícola en el Perú, una agricultura verdaderamente sostenible ofrece oportunidades de crecimiento económico a la población y a los inversores, siempre y cuando la mentalidad de las personas vaya acorde a ese esquema. La sociedad necesita entender que una producción sostenible puede generar ganancias por varias décadas sin suponer mayores riesgos, sin embargo esas ganancias no serán tan elevadas como la producción convencional, la cual tiende a agotar los recursos naturales de todos los peruanos.

Asimismo, la implementación de estrategias de sostenibilidad va más allá de instalar sistemas de riegos por goteo, también pasan por minimizar el impacto en los ecosistemas, y de ser posible, cuidar de los mismos para integrarlos en una unidad paisajística más grande, en donde tanto flora y fauna como sociedad puedan desarrollarse y generar bienes que nos permitan prosperar durante generaciones.

Es decir, una producción sostenible pasa por no deforestar, cuidar los suelos y gestionar adecuadamente el uso de agroquímicos, pasando por utilizar estrategias de manejo integrado de plagas e innovación en los sistemas de agricultura. Algo que es perfectamente posible si adquirimos conciencia de la importancia del medio ambiente en el desarrollo del Perú. 

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REFERENCIAS

Constance DH (2010) Sustainable Agriculture in the United States: A Critical Examination of a Contested Process. Sustainability 2: 48-72; doi:10.3390/su2010048

Food and Agriculture Organization of the United Nations (2009) Agriculture at a Crossroads: International Assessment of Agricultural Knowledge Science and Technology for Development: Global Report

Haggar JP, Soto G, Casanoves F, Virginio E (2017) Environmental-economic benefits and trade-offs on sustainably certified coffee farms. Ecological indicators 79: 330-337