[Opinión] La Ecoética en el Perú

[Opinión] La Ecoética en el Perú

Escribe Joseph Rengifo Vásquez – Caicedo / Máster en Medio Ambiente por la Universidad Complutense de Madrid

La ecoética, también denominada ética ambiental, es una disciplina que busca generar en la vida cotidiana del ser humano la aplicación de principios morales, valores, normas de conducta y decisiones, las cuales conlleven a establecer una relación armoniosa con el ambiente, inspirada en la búsqueda de la justicia social, sin discriminar por ideología, raza, sexo, religión o nación. Para ello, el presente artículo tiene en consideración, la importancia de la ecoética como una parte integral del ser humano, en la que cada decisión que este tome debe de considerar el impacto que tendrá la actividad en el ambiente.

Por mucho tiempo hemos tenido el pensamiento errado de que el ambiente ha estado a nuestro servicio, por lo cual siempre ha primado los intereses económicos, todos ellos vinculados a los avances tecnológicos, industriales y científicos, sin importarnos el impacto ambiental que estaría ocasionando el desarrollo de estas actividades. A esto se le denomina “falta de ética ambiental” o “falta de ecoética”.

En tal sentido, resulta relevante analizar la importancia de la participación ciudadana en el cuidado y protección del ambiente, el fomento de la ética ambiental y el desarrollo del conjunto de valores que permitirán que el hombre pueda vivir en armonía con la naturaleza. Asimismo, debemos reflexionar y concientizarnos que las plantas, el suelo, los animales, el agua y demás elementos que integran el ambiente son necesarios para el desarrollo de la vida humana, por lo que debe resultar más que un derecho de los seres humanos de vivir en un ambiente sano y equilibrado, un deber inexcusable para todos el de conservar estos componentes ambientales y participar activamente en su cuidado. La responsabilidad en el cuidado y protección del ambiente y sus recursos naturales es una tarea de todos los ciudadanos.

ECOÉTICA Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA

La naturaleza es parte de nosotros y no deberíamos usarla como un recurso para beneficio propio, sino para un bien común, que satisfaga a ambas partes, y como tal debe ser cuidada y protegida. Haciendo un análisis comparativo, por ejemplo, entre Perú y España, se observa una gran brecha de diferencias en cuanto a la educación y ética ambiental de cada país. Para poder entender cada país empezaremos por España.

En dicho país, la participación ciudadana en la política medioambiental atiende a dos modalidades o tipos de actuación: En primer lugar, tenemos la participación de tipo orgánica, a través del cual los ciudadanos pueden incorporarse a los órganos administrativos de carácter consultivo a través de sus asociaciones representativas (como por ejemplo, los Consejos de Asesores de Medio Ambiente, Consejos Consultivos de Proyectos, Juntas Rectoras y demás), aunque su incidencia en la toma de decisiones sea escasa debido al carácter consultivo y no decisorio que tienen estos órganos; y, en segundo lugar tenemos la participación de tipo funcional, la cual establece la participación ciudadana fuera del aparato administrativo y que está orientada a ayudar y colaborar en la toma de decisiones.

Vives Rego[1] y otros pensadores reflexionan acerca de cómo en un mundo tan determinado por los intereses económicos y políticos de las grandes empresas transnacionales y donde se da vía libre a grandes proyectos que privilegian solo lo económico (como en el caso del mal manejo de aerosoles, energía nuclear, explotación de hidrocarburos, tala de grandes extensiones de bosque y de selva), la ecoética se convierte hoy por hoy no solo en una ciencia útil, sino necesaria, por la urgente reflexión que debe darse en términos de valores éticos y principios fundamentales que defiendan la vida en todas sus expresiones.

Sin embargo, en el Perú, la palabra ecoética es aún desconocida por la ciudadanía, que influenciada por lo ocurrido y vivido en la época del terrorismo se convirtió en una sociedad individualista, pues todo colectivo que busque mejorar o incentivar el progreso es tomado a mal por la misma sociedad. El peruano se preocupa por salir adelante por sí mismo, por obtener muchas cosas materiales a través del desarrollo de sus actividades y acciones cotidianas, mas no se ha preocupado por disminuir y/o mitigar los daños hacia el clima, biodiversidad y en general hacia todos los seres vivos que comprenden su territorio.

Si bien el tema del cuidado del ambiente está regulado, la normativa no hace referencia al desarrollo de la ecoética, que con su definición y aplicación nos permitiría ir más a allá de instrumentos normativos que regulan nuestro comportamiento con el ambiente, ya que generaría la aplicación de principios morales, valores y normas de conducta en pro del ambiente, pues la debida regulación de estos principios moralistas hace que nosotros como población nos concienticemos y veamos cuáles son nuestras deficiencias en nuestro comportamiento con la naturaleza.

Entonces se puede decir que el Perú en su legislación no ha podido identificar de manera explícita ¿qué es la ecoética?, su importancia, su ámbito de aplicación, ni su relación con la educación ambiental y la conciencia ecológica que permita mantener informada y educada a la población con valores a favor del ambiente, la misma que a su vez permitiría que exista una mayor incidencia en la participación ciudadana en aras de buscar la protección del ambiente, donde se pueda tomar conciencia de que los problemas ambientales nos afectan hoy, con una incidencia en el mañana, y cuyos principales afectados serán las generaciones futuras[2].

Es importante que la sociedad peruana en lo que respecta a la participación ciudadana, conozca del gran poder de influencia que se podría tener en la agenda política como un punto referente participativo, que permita implementar mecanismos, proyectos y soluciones en relación al cambio climático y sobre todo al cuidado del ambiente que, como peruanos, disfrutamos y aprovechamos.

CONSIDERACIONES FINALES

 Al existir un desconocimiento en el Perú sobre el concepto de ecoética, como un estudio que establece aspectos filosóficos y éticos del ser humano en el área de las ciencias ambientales, que conllevan a la implementación de principios y valores éticos que guiarán el compartimiento del ser humano en favor de la naturaleza, donde a su vez deberá prevalecer la idea tan importante como es que la naturaleza, sus recursos y riquezas no le pertenecen al hombre, y es más bien el hombre el que desarrolla sus actividades dentro de un todo (que es la naturaleza), ha generado que la población realice sus actividades cotidianas sin respeto alguno al ambiente, sin pensar en las repercusiones que esto podría traer para las generaciones futuras, mostrándose indiferente hacia el cambio climático y sumado a esto, existe una falta de promoción del Estado respecto al cuidado y protección del ambiente y al derecho participativo de la ciudanía (de manera colectiva o individual).

Educar para lograr una estabilidad ambiental implica dar soluciones, llegar acuerdos, generar conciencia y actuar en pro del ambiente, tanto en el ámbito individual como colectivo, teniendo en cuenta que la participación ciudadana forma parte de la solución de conflictos, aportando ideas nuevas, diferentes puntos de vistas, etc. Sin embargo, el Perú con la división de responsabilidades a través de sus niveles de gobierno, no ejecuta políticas ambientales solidas que permitan el involucramiento de la sociedad civil en la toma de decisiones ambientales.

La división de estas responsabilidades es un punto débil del Estado peruano, pues se considera erradamente que el tema relacionado al cuidado y protección del ambiente es solo responsabilidad del gobierno central; por tanto, la existencia de actividades contaminantes sumado a la desinformación de la población en general y al desconocimiento de las funciones ambientales de las distintas autoridades en los otros niveles de gobierno, ha generado que los hechos y acciones contaminantes sean consentidos en un país, que de manera calmosa y progresiva va tomando conciencia sobre la importancia que tiene proteger el ambiente y contrarrestar el cambio climático.

El cambio de cultura y educación ambiental de la población peruana es responsabilidad del Estado y de la Sociedad. Como punto de partida, el Estado debería asentar el concepto de ecoética para generar una conciencia ambiental, y esto se podría dar a través de la instauración de políticas educativas ambientales dirigidas a la sociedad, lo que conllevaría a que la Sociedad pueda realizar sus actividades en armonía con el ambiente, en base a principios, valores éticos y morales, donde se priorice el respeto a la naturaleza.

Esta instauración del concepto de ecoética debería ser secundada por la adecuada capacitación a los distintos niveles de gobierno, a fin de que conozcan sus atribuciones ambientales y así promuevan la conservación y protección ambiental e incentiven la participación ciudadana (individual o colectiva) a nivel nacional, y sobre todo se inculque la importancia que tiene la ciudadanía en la toma de decisiones relacionadas a una eventual vulneración del derecho constitucional de vivir en un ambiente sano y equilibrado para el desarrollo de su vida.

_______________________________________________

[1] Vives-Rego, J. (2011). Precisiones interdisciplinares y conceptuales de los términos: cyborg, clon humano y robot. Ludus Vitalis, XIX(35), 235-238.

[2] Pacheco Vargas, M. E. K. (2004). Conciencia Ecológica: Garantía de un Medio Ambiente Sano (tesis de maestría). Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, Perú.